Surtido Especial.

Me encuentro enferma y llueve. No logro ver la lluvia ya que nuestra ventana no da a la calle sino al centro del departamento. Desde aquí solo podemos ver vecinos subiendo con las bolsas de las compras; vecinos bajando la escalera; vecinos abriendo la puerta de sus casas; a Giulia y Manu abriendo la puerta de la nuestra; a Jose que llega a casa y sabe que lo estoy mirando. Desde aquí también podemos escuchar de lunes a domingo (Con pausa nocturna) a nuestros queridos vecinos músicos: El Violinista y el Clarinetista, dos seres que me dan un coraje a veces...

En el día del amor gringo nos regalamos algunas cosas. Jose me regaló esa linda cajita de lata repleta de riquísimas galletas que se ve en la fotografía y una planta llamada Begonia, se llama así ya que es una auténtica Begonia. Le dije a Jose que yo no la tocaría ni le cambiaría agua, ya que no quiero que corra la misma suerte de Cintia, que murió después de haber sido mega sumergida en agua y barro. Jose dice que es mi oportunidad de aprender de cuidado de plantas y creo que tiene razón, quiero adornar con plantas por todos lados e incluso hacernos un huertito de lechugas y tomates y colgarlo en la ventana. Me imagino que será bonito imaginarse que existe un jardín allá afuera y no solo vecinas con bolsas y ventanas cerradas.

Por mi parte a Jose le regalé mi amor... No sabía que a él le gustase celebrar estas fiestas, por lo que me limité a ponerle un mensaje en su feisbuk y a bajarle un programa chori de internet para convertir fotos a Polaroid, con lo que hemos jugado toda la tarde. No es el mejor regalo, ni el más romántico, pero es el mío y por eso se que a Jose le gusta mogollón.

Prepararemos una cena para celebrarnos. Comeremos croquetas de queso y jamón (Típicas de España) y beberemos cerveza, una cosa super romántica para terminar el día.

En frío o en calor... Lindo día del amors!