miércoles, 11 de mayo de 2011

Se necesitan asesores comerciales.


Con Jose hemos decidido volver a Chile en Septiembre por que bla bla y bla razón.

El tema es que como no nos alcanzan nuestros ahorros hasta la fecha en cuestión, sumándole a ello un aventurero viaje que queremos hacer, hemos decidido buscar trabajo.

Llevamos algo más dos intensas semanas buscando (bueno Jose lleva más) y la verdad que hasta la fecha solo hemos dado con dos putas pegas en dos putos lugares distintos pero de la misma calaña.

Ayer fui a una "entrevista de trabajo" y lo pongo entre comillas ya que mucho no me preguntaron y además que no fue nada de personal. Solo se que cuando salí de la oficina llegué a casa con la sensación de que no había entendido nada y que a ciencia cierta no sabía de lo que iba el trabajo. Germán, el hiperventilado jefe, nos dijo que por la tarde llamaría a los seleccionados para la segunda etapa. Tipo cinco de la tarde sonó el teléfono y ¡Enhorabuena! había sido seleccionada.

Hoy por la mañana, tal como había dicho Germán, fui vestida a la usanza formal a dicha segunda etapa. Los seleccionados éramos cinco pelagatos de los cuales ninguno había entendido de que iba el trabajo pero ni de coña y la información era tan poco clara que no teníamos idea hasta que hora duraría la cosa, algunos decían que hasta las cuatro, otros que hasta las ocho, para mi ambos se me daban fatal por que Jose me esperaba abajo solo y sin libro para leer.

Los que siguió fueron los minutos más vergonzosos que he tenido en mi estancia española. Tras una puerta se reunían un numero importante de personas las cuales, sin razón aparente, comenzaron a dar alaridos de buenos días a otro ser que les gritaba a todo pulmón y celebraban un montón de arengas y vítores que solo dios sabe porqué. Era casi como estar escuchando al niño predicador del youtube u otro fanático religioso, se aplaudían, se decían que eran los mejores, se daban la bienvenida igual que en las películas que aluden a los "alcohólicos anónimos" uf! una cosa muy rara.

Derrepente la puerta se abrió y Germán junto con sus "Representantes más destacados" salieron a nuestro encuentro. En su ya habitual hiperventilada manera de hablar nos informó que nos dejaría a cargo de sus chicos de más confianza hasta las 20:00 hrs. (que!!), por lo que fui dejada en manos de una tipa rubia tan hiperventilada como Germán.

Luego de avisarle a Jose que mejor no me esperara, fui llevada en masa hasta el metro en dirección Badalona (que es una ciudad que está fuera de Barcelona) que dicho sea de paso demoraron un montón en confesarlo (como toda la demás información)

- ¿A que se dedican ustedes?- Pregunté yo en la más buena onda posible.

- Somos Representantes de grandes organizaciones benéficas- Respondió la chica a la velocidad de la luz.

- Vale, vendedores- Dije yo.

- No, somos Representantes de grandes organizaciones benéficas- Dijo ella.

- ¿Tienen sueldo fijo? ¿Cuanto ganan?- Pregunté a la "representadora".

- No tenemos sueldo base, pero por cada persona que logramos hacer que se haga socio de una ONG ganamos 1.000 €- dijo ella entre muecas raras.

- 1.000 €! entonces que mierda haces trabajando en esto si en seis meses ganando 10,000 € semanales podrías haberte puesto con tu propia empresa- pensé yo.

- ¿Como lo haces para convencer a la gente que se haga socia?- pregunté yo.

- No las convencemos, la gente se inscribe por que realmente quiere ayudar y ser mejor persona- dijo ella con cara de Sor Teresa de Calcuta.

- Si, claro, vale- dije o pensé yo.

Los representantes de grandes organizaciones benéficas tenían caras muy raras y cada vez que se despiden o se saludan alzan su mano derecha yla chocan con la tuya (si, igual que en las películas de los ochenta). Agregar además que hablaban todo en Catalá y no se si para que yo no entendiera nada o para que yo quedara impresionada.

-¿Entiendes Catalán?- Preguntó uno de los sectarios con cara despectiva.

- Si- Respondí un poco pesada.

- Si, que es verdad, yo ya le he hablado así y entendió todo- le dijo otra chica al toca cojones ese que miraba aun más incrédulo.

Al llegar al transbordo de la línea morada ocurrió la situación más insólita de todas:

- Para ser un Representante de grandes organizaciones benéficas, debes ser una persona simpática, versátil, extrovertida y sociable- dijo la rubia hiperventilada.

- Vale, vale, entiendo. Pero cuéntame: ¿Por que yo debería hacerme socia de una ONG?- le pregunté a modo de ejemplo.

- No, si yo no te estoy diciendo que te hagas socia de una ONG, lo que digo es que debes ser sociable- Me respondió la chica.

- Vale, si entiendo eso, ahora yo te estoy preguntando otra cosa: ¿Por que yo debería hacerme socia de una ONG?- Dije yo, al parecer la chica no estaba entendiendo mi fácil pregunta.

- No, si no te digo que debas ser socia, sino que debes ser sociable- dale con que las gallinas mean.

- No me estás entendiendo, si entiendo todo eso que me estas diciendo. Yo te estoy poniendo un ejemplo ¿entiendes?: ¿por qué debería yo ser socia de una ONG?- ya estaba molesta.

- Si la que no entiendes eres tú: sociable es una palabra que usamos en castellano para decir que una persona es amigable- me insultó ella.

- Oye, se lo que significa sociable. A ver, ya, olvídate que soy yo. Por ejemplo esa señora (le indiqué a una persona cualquiera) ella, por que ella debería hacerse socia de una ONG- hasta cuando, la respuesta era muy fácil.

- Por que yo tengo armas para convencerla, tengo herramientas en el lenguaje, mi expresión, blablabla- dijo ella.

- Vale, si entiendo que tú tienes dotes super calificados para este trabajo, pero no te estoy preguntado como lo haces sino por que la gente debería ser socia de una ONG- yo estaba que me iba y la mandaba a la mierda.

- Por que así eres mejor persona y mucha gente va a poder comer en el mundo- uf, por fin una respuesta, rara, pero respuesta.

Luego de este chascarro yo me quería largar de ahí y sino lo hacía era por que quería llegar hasta el final de la experiencia. Pero bueno, llegando a Badalona y frente a la expectativa de tener que tocar puertas hasta las 20:00 hrs hablándole a la gente de lo maravilloso que es ser socio de una ONG (que por cierto tengo dudas de que exista) le dije a la chica:

- Mira, no sigas perdiendo el tiempo conmigo, yo no voy a timar a la gente, que estés bien.

Y me fui, rumbo a mi casita hacer cosas más interesantes que ir de puerta en puerta diciendo en plan: Hola! ¿quieres ser testigo de Jehova?.

Estas empresas son un fraude: no te pagan, no te hacen contrato, te engaña… pero son tan bueno que te "capacitan gratis" (Que están obligados hacerlo niña, que no te das cuanta) y te prometen lo que muchos necesitan: Pertenecer a un grupo y básicamente creo que es eso los que los mantiene ahí.

Consejo: abstenerse de ese tipo de trabajos, no hay peor cosa que ser un embaucador y dejar que te embauquen.

viernes, 6 de mayo de 2011

Declaración de juventud


Jodeeeer! Creo que estoy en problemas!

Luego de 25 años de ininterrumpida vida he caído en la cuenta que sufro el mal más mal de los males terrenales... aquí va: SOY OBSESIVA.

Debo aclarar que esto no ha llegado a mi vida de sopetón, tenía rudimentarias sospechas desde hace un tiempo, de echo como que entre conversa y conversa la tiraba de una manera muy suave de vez en cuando en conversaciones con amigos.

Haciendo memoria sobre mis particulares obsesiones infantiles, me he recordado de unas cuantas:

  1. La lectura: Esto ocurrió en el transcurso de mi adolescencia, tipo 13 o 14 años y no se hasta cuando duró. Lo que si se es que se me pasó cuando entré en la U por razones que no quiero comentar por que posiblemente herirían susceptibilidades de un par de personas y digo para por que son dos. Lo interesante de esta época fue sin duda la preocupación de mis padres que no me veían en más actividad que la de la lectura. Creo que llegaron a prohibírmelo, pero también creo que al decir esto exagero. Ahora que recuerdo eso, caigo en la cuenta que eso va ligado a otra obsesión: batir mis propios records de lectura veloz, es decir, debía terminarme los libros rápidos (máximo una semana) para prontamente comenzar con otro. Uf! del terror, ya que hoy por hoy sigo haciendo lo mismo. Mi experiencia más hardcore fue cuando me robé de la biblioteca del colegio (a través de la tarjeta de biblioteca de un compañero bobo) el único original del tomo I de "Las mil y una noches" y que llevé en mi mochila y leí por todos lados. No me demoré una semana eso si, eso era de carácter imposible. La última cosita que quisiera agregar en esta libroobsesividad, es que se me pegó de Claudia (una amiga) la absurda manía de solo leer los libros que eran de mi propiedad, razón por la que se justifica mi hurto literario de aquella vez y mis recurrentes visitas a San Diego.
  1. Silvio Rodríguez: Esto, al igual que lo anterior, se me pegó de mi papá. Al principio fue ojalá, a la que se le fue sumando óleo de mujeres con sombrero, la era está pariendo un corazón, ya no te espero y calendarios y cancioneros y disertaciones escolares y biografías y fotografías y etc y etc y etc. Uf! Que tiempos locos… Recuerdo perfecto que le pedí prestado a un tío muy querido su mega colección completa de este cantautor compuesta de muchos casettes y muchos CDs. Los copié todos bajó el obsoleto método del regrabado de casette y fui muy feliz. Quisiera agregar a esto mi vergonzoso plan de conocerlo, el cual básicamente consistía en mandarle una carta y ya. Si, es verdad, no iba a resultar, no me contestaría ni menos me invitaría a cantar a dúo La Gota de Rocío, pero bueh, era lindo soñarlo, de todas maneras nunca llevé a cabo mi poco astuto plan. Otra cosa: una vez le escribí una carta de amor a Cristian (mi pololi de adolescencia) compuesta únicamente con trozos de canciones de Silvio, me tomó trabajo y tiempo, pero el resultado fue romántico: más de seis carillas de puro verso prestado. Seguro que el tío no se dio ni cuenta del plagio.
  2. Ana Frank y los judíos: Tormentoso capítulo. Todo comenzó a los 10 años gracias a una carta que a un compañero le mandaron de Holanda. La carta contenía la dicha de la información, información que cayó en mis manos y cambió mi vida para siempre. Luego a eso sobrevino una temporada de investigación profunda y pesadillas apocalípticas, uf! Pero que mal rollo. Cuando creí que el trauma había pasado, me sorprenden a los 13 con la lectura obligatoria del jodido diario y volvió el terror y la obsesión. Para que decir que me vi como ochenta mil películas temáticas, hice un par de trabajos para el colegio de mi propia elección y diserté un par de veces del tema. También vi un documental sobre Hitler y forré un cuaderno con la esvástica nazi con un signo negativo sobre ella. Me volví loca, loca perdida ya lo ves. Lo bueno es que creo que ya he dado con la cura un poco, hasta que me acuerdo del documental que vimos en el Reina Sofía y me dan ganas de esconderme bajo de la cama.
  1. Los Sims: Wuauu pero que pasada, mis mejores vacaciones de invierno nerd que he tenido. Lo vi por primera vez en casa de Claudia y ya no hubo vuelta atrás ¡tenía que ser mio! ¡Ahora!... y lo fue, super pirata, pero lo tuve. Me recuerdo instalada en mi compu marciano de época super abrigada, escuchando la Rock & Pop y jugando a las casitas. Suena fome, pero la pasé increíble.
  1. Decoración de cajas de recuerdos: Básicamente por la conservación de la memoria. La mayoría decoradas con motivos fotográficos extraídos de muchas revistas y recortadas a mano. De esta misma manera decoré las portadas de mis cuadernos en segundo medio y las paredes de mi habitación. Conservo algunas de estas cajas, siempre resulta bueno volver a verlas.
  1. Regalos: Disfrutaba mucho de los cumpleaños de otros por que me gustaba mucho inventarles regalos. Algunos útiles otros no tanto. Algunos memorables: Los monitos hechos de huevos de verdad para el día de los asteriscos (amistad) que se me rompieron casi todos y la caja de cigarros para Millale (incluida la varita de hada madrina que le hice para la confirmación). Por mi parte, también recibí unos muy buenos; como la citación a juicio que me hizo la Claudia por mi cumpleaños y una ingeniosa tarjeta que me hizo la Camila por haberme agarrado con el profesor de ciencias naturales. Waa… que buena manera de pasar las tardes.

Bueno, ahora me recuerdo de estos, pero seguro que habían más. Hoy por hoy tengo miles de obsesiones, pero como ya este escrito se me ha hecho eterno, los contaré en una siguiente ocasión.